las Confesiones

El viernes 24 de abril se celebra en toda la familia agustiniana, la fiesta de la conversión de san Agustín. El famoso doctor de la Iglesia estuvo toda su vida buscando la verdad; y a los 30 años la encontró aunque su madre, santa Mónica llevaba años y años mostrándosela pero no hay peor ceguera que el que no quiere ver.
Aurelio Agustín aparte de santo, filosofo, teólogo, sabio,... fue un escritor prolijo y su única obra más o menos asequible para todos es Las Confesiones. Creo que es el libro que más me ha cautivado por el recorrido tan errático en los comienzos pero tan correcto en la finalización.
Es la historia de un hombre que fue feliz cuando tuvo que desarrollar unos ministerios que no le agradaban (no tenía pensado ser sacerdote y menos obispo) y era infeliz cuando hacía supuestamente lo que él quería.
Es tan fácil como en lugar de pedir a Dios lo que quiero que él haga por mí; es hacer lo que el quiere que yo haga. Eso es ser feliz.

Sentirse querido

Toda mi vida religiosa ha sido un cúmulo de grandes sensaciones pero si algo he echado en falta durante estos años, especialmente en Los Negrales, ha sido ser querido.

Ser querido, que no es ser admirado ni tampoco ser justificado, no. Simplemente ser aceptado como uno más con mis defectos pero también con mis virtudes trabajando en comunidad para mejorar día a día.

Casi siempre sentir que la sospecha acecha los actos de tu vida, se transforma en un anonadamiento que se me antoja como mínimo excesivo y a veces exagerado. En ciertas ocasiones hablaba con Harpo que con Karl Marx, con Sigmund Freud, con Friedrich Nietzsche y nosotros dos formabamos los maestros de la sospecha.

Tener un cuidado extremo por lo que haces o dices ya que puede ser usado en tu contra como si fueras un delincuente apresado por la policía, es una sensación que me hace recordar a los que tienen la condicional.

Ser diferente no es bueno cuando se busca el balido y no el válido.

Gracias Praga por acojerme con mis complejos y todas mis deficiencias; lo necesitaba es como poder descansar en paz de algo que me recomía como si de una injusticia se hubiera cometido en mis alrededores.

Repito gracias Praga por deshacer el entuerto si es que alguna vez existió o tal vez sólo imaginaciones quijotescas del que escribe... sea como fuere, GRACIAS

Religiosidad diferente

Sigo en Praga, preparando la Semana Santa en cuerpo y alma. Hoy domingo de Ramos hemos realizado una pequeña procesión por el centro de Praga con borrico incluido.

La solemnidad con que se celebran los actos litúrgicos es totalmente diferente a España, se podría decir que es más tradicional la checa.

Al final lo importante es que todos participan desde padres hasta los niños más pequeños pasando por adolescentes. Ese es un problema en España, los hijos no quieren compartir nada con sus padres y menos aún en la iglesia por lo que hay que hacer pascuas juveniles, misas para jóvenes,... pero eso no debe ser el ideal.

Necesitamos una sola Iglesia sin fragmentar los diferentes actos litúrgicos como si Cristo hubiera que mostrarlo dependiendo de la edad del que se encuentra delante.

Al medio día hemos subido a la montaña de Praga para otro vía crucis y que maravilla de ciudad. os adjunto fotos.

Ora et Labora

El voluntariado siempre ha sido promovido por la Iglesia ya sea a través de Cáritas o en las propias parroquias por los miembros de la comunidad eclesial.

Aquí en Chequia no es una excepción; hemos estado en el antiguo monasterio de los agustinos checos en Santa Dobrotiva a unos 50 km. de Praga por la carretera hacia Pilsen en donde una veintena de voluntarios están acondicionando una parte para desarrollar campamentos y retiros. Buena paliza que no sólo hay que rezar también hay que ganarse el pan, por cierto hemos comido en un restaurante del pequeño pueblo cercano al monasterio, Gulash y estaba realmente exquisito espero aprender y meterlo en mi recetario particular.

Llevo dos días intentando rezar en checo y sé que Dios entiende mejor mi corazón que mi checo.

Algunos voluntarios de ayer durante la celebración de la misa.
Un recuerdo del interior del monasterio que me recordó al de La Vid en Burgos.

Via Crucis

El viernes en la cuaresma es día de recordatorio de la Pasión de Jesucristo. Aunque la lengua es un indispensable vehículo de comunicación, la piedad también lo es.
Estoy sorprendido de cómo uno puede sin conocer un idioma sentir la religiosidad y notar en algunas ocasiones más sentimiento religioso que cuando lo entiende todo pero no comparte nada.
Dios está presente en los corazones y estos sólo saben hablar el lenguaje de los sentimientos y el que mejor trasmite es el de la caridad, el amor que Dios ha derramado en nuestros corazones.
En la meditación de la mañana he estado trabajando sobre los diferentes carismas de los que nos habla San Pablo en la carta a los Romanos y de la importancia de la pregunta ¿Quién soy yo? aunque la pregunta con mayúsculas sería: Señor, ¿qué quieres que haga de mi vida?.
Luz para el camino y paciencia en el trayecto es lo más importante que necesito ahora.

Diario de Praga

Aunque llevaba desde que retome el blog intentando dar visiones diferentes sobre problemas y asertos lógicos voy a dar un giro provisional y vuelvo a contar vivencias.

Durante los próximos días me voy a encontrar en Praga disfrutando de la hospitalidad de los agustinos en esta bellísima ciudad a orillas del río Moldava.

Ejercitar el espíritu, descansar del ritmo trepidante de vida y sobretodo disfrutar de la relación con Jesucristo durante estas fechas tan importantes para los cristianos son los objetivos de estos próximos días; si además puedo hacer unos trabajos pendientes de la facultad y ver un poco más de Praga mejor.

Aquí me encuentro en una habitación típica de fraile, en un convento típico, con una comunidad atípica por variada y por internacional y qué les une a todos: Jesucristo, al que le ayude a hacer comunidad va por el buen camino, a quién le separe de los demás no ha entendido nada de su mensaje.

Os enseño dónde estoy viviendo en Praga, en la Convento al lado de la parroquia de Santo Tomás